Un potente somnífero
lunes, 21 mayo 2012, 18:01
Yo lo llamo atontacríos, aunque hay quien se refiere al aparato como "el-DVD-ese-que-se-cuelga-del reposacabezas-del-coche-para-que-el-chaval-no-se-aburra-durante-el-viaje-tu-ya-me-entiendes-¿verdad?" A mi hijo se lo acaban de comprar. A mi pesar. Mi suegra y mi cuñada se aliaron para conseguirlo sin saber que cualquiera de ellas por sí sola se habría bastado para vencer mi oposición.
Mi pequeño puede ser ahora como esos niños que viajan en los coches que adelantas o te adelantan y de cuya existencia sabes sólo por la presencia de una pequeña pantalla encendida. Verá a Nemo y se perderá las bandadas de pájaros, los valles, los viñedos. Atenderá sólo a Nemo y no girará la cabeza cuando a los lados del puente aparezcan las aguas de un río. Seguirá contemplando a Nemo y se perderá el rebaño, el paso de un tren, la mancha anaranjada del sol en el ocaso, las primeras estrellas. De todo ello no aprenderá nada durante el viaje. Nada. Ahora bien, conocerá la cara del pez payaso más famoso del mundo mejor que las formas de su cuna.
Así que me viene una pregunta a la cabeza: ¿por qué compra la gente un DVD portátil para el coche? ¿Para tener al niño entretenido? Me da que no. En muchos padres adivino un interés subyacente (y no confesado: ellos son 'padres ejemplares') de que el niño no dé el coñazo, de que se calle, de que deje de golpear con el puñetero muñequito en la no menos puñetera ventanilla, de que no machaque con el cuánto falta. Y como alcanzar esa paz espiritual requiere dedicación por parte de los padres, como ello supone que hay que hablarles y explicarles infinidad de cosas conforme transcurre el viaje, les colgamos el aparato, le damos al Play y así seguimos perdidos en nuestros pensamientos. Reciben la peli como podían recibir un vaso de agua y un somnífero.
Al menos, dentro de esta filosofía equivocada he visto un rayo de esperanza por lo que a mí me toca. A mi chiquillo se lo pusimos (Nemo, faltaría más) y la verdad es que apenas le hizo caso. Será que a pesar de su corta edad ya me quiere dar la razón. Es mi héroe.