Domingo, 1 de febrero de 2015 - 00:00h.
Cuarta generación
SERGIO PICCIONE, BARCELONA
Hasta el próximo verano no llegará a los concesionarios españoles, pero nosotros ya hemos podido tener una primera toma de contacto con uno de los coches más esperados de 2015, la cuarta generación del roadster más vendido de la historia: el Mazda MX-5.
Esta primera prueba transcurrió con unidades prototipo (las primeras unidades de producción en serie están arrancando estos días) con el volante a la derecha, pero pese a este pequeño detalle y a su configuración aún no definitiva, las conclusiones finales sí que son válidas. Después de los primeros kilómetros a sus mandos podemos decir que es fiel al espíritu del modelo original, lanzado hace poco más de 25 años.
Su diseño está lleno de personalidad.
De hecho, tal y como destacaron Nobuhiro Yamamoto, directivo del proyecto del nuevo MX-5, Masashi Nakayama, responsable del diseño, y Kiyo Fukawara, responsable de desarrollo, han querido mantener cualidades que siempre han acompañando al MX-5: máxima ligereza para lograr las mismas características de manejabilidad y agilidad que tuvo la primera generación del modelo en 1989; facilidad de conducción, combinando diversión con seguridad y el atractivo en el diseño como complemento a la dinámica.
El planteamiento de diseño del nuevo Mazda MX-5 partía de un concepto claramente orientado al conductor. Masashi Nakayama lo diseñó como si fuese un monoplaza, al que luego añadió el espacio para el pasajero. Y eso se nota. El conductor está muy cuidado, con una posición perfecta, con el volante y los pedales perfectamente alineados y el cambio muy a mano.
Para los motores, cajas de cambio y chasis, el Mazda MX-5 acude a la tecnología SkyActiv que combina chasis ligeros y rígidos con motores eficientes. La unidad que pudimos probar equipaba el propulsor 1.5 de inyección directa y 131 caballos asociado a una caja manual de seis marchas que se complementará con un dos litros.
Más moderno, pero con el estilo original.
Pese a que esos 130 CV puedan parecer escasos, y sin haber probado la versión de dos litros, este 1.5 SkyActiv-G parece la más racional, la más ajustada a la idea de Mazda de recuperar la esencia del primer MX-5. La potencia es suficiente para mover con brillantez un coche que se queda en los 1.000 kilos de peso (prácticamente lo mismo que el MX-5 original e incluso menos que un pequeño utilitario moderno). Esos kilos se reparten de forma equilibrada entre los dos ejes, algo que se consigue gracias a la posición más retrasada del motor.
En marcha, sorprende la comodidad de la suspensión, algo que no ha acompañado siempre a los MX-5. Se ha dulcificado el reglaje de los elementos elásticos para conseguir que avise al conductor. La dirección es igualmente suave, pero trasmite la sensación de que el coche se conduce como un kart. Los frenos son muy eficaces y muy fáciles de dosificar, lo mismo que el acelerador, y el cambio es de gran precisión, con unos recorridos cortísimos (una virtud que afortunadamente se ha mantenido de las generaciones anteriores).
El sistema multimedia se controla con un mando central.
El Mazda MX-5 se disfruta muchísimo en rutas curveadas como las del Maresme por las que transcurrió nuestra toma de contacto. En la concatenación de curvas resulta muy efectivo, colocándose con mucha precisión en cada viraje. Es un coche que se adapta a las capacidades de conducción de cada piloto. Porque realmente, a su volante, uno se siente piloto.
Y todo ello, sin mermar en el confort. Todos los elementos contribuyen al bienestar de sus dos ocupantes: suspensiones, asientos (que sujetan a la perfección) e incluso la sonoridad del propulsor (que sí se aprecia en aceleración pero se amortigua notablemente a velocidad de crucero). No acompañan tanto los ruidos aerodinámicos que generan los bordes laterales de la capota, pero confiemos en que en las versiones definitivas este detalle quede subsanado.
El habitáculo es el más pequeño de las cuatro generaciones pero no notamos una especial sensación de agobio. De hecho, tiene buenos detalles de ergonomía, como un parabrisas más envolvente que reduce el ángulo muerto del pilar A. La capota es de lona, pero con un ligero armazón en aluminio que se abre y se cierra manualmente, fiel a la tradición.
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Alrod
Un capricho... ¡pero que pedazo de capricho! Por poner una pega, esos 131 cv... ¿se quedarán cortos?
Lyon69007
#1 @Alrod como respuesta clara solo se tiene que ver al diario motor...existe un motor 2.0 SKYACTIV-G que rondará los 165 CV de potencia....total que como siempre con un poco de información no se necesita preguntar.
Alrod
@Lyon69007 ... en primer lugar, era una pregunta retórica. Y en segundo lugar, en esta noticia TAMBIÉN dice que habrá un motor 2.0... está muy bien que leas diariomotor pero si comentas en esta noticia te podrías molestar en leerla también...
Lyon69007
#3 @Alrod como siempre no lees los mensajes...que se hable de un motor 2 litros muy bien pero no se da la potencia..que es lo que mas completa la pregunta que sacas!y yo siempre busco cosas que completan la informacion de estas noticias..claro que es una cosa que un loro no puede comprender!
Alrod
#4 no te llames loro... no te menosprecies, puede que los demás creamos que lo eres, puede incluso que lo seas, puede que ni llegues a... ¡¡¡buf, me lié!!! ¿de qué estábamos hablando?
quixote67
Soy poseedor de una de estas maravillas, del año 98....... Es una pasada para todos los que nos gusta conducir.......me encanta este coche y esta marca
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Mazda MX-5
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