Viernes, 30 de enero de 2015 - 14:20h.
A partir de 29.900 euros
JUAN PABLO ESTEBAN, LJUBLJANA
La quinta generación del Outback no va a defraudar a sus incondicionales, como tampoco va a sorprender a posibles nuevos clientes. La fórmula ideada por Subaru en 1995, a medio camino entre un crossover y un familiar, se mantiene en esta quinta generación fiel a sus orígenes, si bien han cambiado muchas cosas.
Para tocar y probar todo lo nuevo del modelo antes de su desembarco en nuestro país (llegará a los concesionarios a partir de febrero), nos desplazamos hasta Eslovenia en una primera toma de contacto sobre todo tipo de terrenos. Precisamente, la capacidad de Outback para moverse con solvencia en cualquier ambiente ha sido y es una de sus señas de identidad.
Desde el punto de vista del estilo, el nuevo Subaru es bastante continuista. La inclusión de nuevas ópticas, con tecnología led para las luces de cruce, posición y frenado, junto con la nueva parrilla delantera, nos siguen presentando un vehículo de líneas sobrias y robustas. Sobre el capó desaparece definitivamente la característica entrada de aire de la marca, ahora sólo reservada al deportivo WRX STI.
El cuerpo del Outback 2015 ha experimentado un ligero crecimiento. Es 25 mm más largo (llega a los 4,81 metros) y 20 mm más ancho, aunque mantiene la misma altura. En su interior nos volvemos a encontrar con una gran amplitud. Todas sus cotas son realmente buenas, destacando especialmente el espacio disponible entre las filas de asientos delantera y trasera. El maletero también ofrece más capacidad y crece 33 litros hasta alcanzar un total de 559 litros (incluyendo los 47 litros escondidos bajo el mismo).
El esfuerzo de Subaru para dotar al nuevo Outback de una impronta de más calidad se percibe en cuanto nos ponemos a sus mandos. Los materiales empleados, con mayor utilización de plásticos acolchados, le confiere un aire sin duda más refinado al de su antecesor. No obstante, hay que tener en cuenta que no tuvimos acceso a los acabados de acceso a la gama, sólo a los niveles más altos dotados de cuero y más equipamiento que lógicamente transmiten una mayor sensación de calidad.
Sea como fuere, lo cierto es que el Outback ha mejorado y refleja un estilo más elegante. El renovado salpicadero es claro y funcional, sin hacer alarde de diseños estrambóticos, y nos gustó especialmente el nuevo sistema multimedia integrado con pantalla color de 7 pulgadas (de serie a partir de las versiones Executive).
La calidad de rodadura del nuevo Outback es notable. Desde la marca nos cuentan que se han incorporado nuevos y más gruesos paneles de insonorización. El ruido y las vibraciones son menores, aunque a velocidad de autopista el viento aún se deja notar más que el sonido del motor. La dirección, de tacto un tanto eléctrico, ha variado su desmultiplicación y es algo más directa, y la carrocería ha elevado su nivel de rigidez.
Todo ello le confiere al Outback una pisada muy buena, apoyada, como no, en la tracción total simétrica de la casa, y también en el sistema VDC de control de estabilidad y tracción que añade la función Active Torque Vectoring (mejora el paso por curva frenando la rueda interior cuando sea necesario).
No debemos olvidar las cualidades camperas del Outback que, con una altura al suelo de 20 centímetros y unos razonables ángulos todo terreno (18.6 de ataque, 23.1 de salida y 20.4 grados de ángulo ventral), permiten explorar su lado más aventurero fuera del asfalto con ciertas garantías. Para ello también dispone del sistema X-Mode (novedad en las versiones diésel automáticas) que actúa sobre motor y cambio, tracción, y VDC para optimizar la adherencia sobre superficies más deslizantes. Incluye el control de descenso.
En cuanto a motores, sólo hay dos opciones. Un gasolina 2.5 de 175 CV (dos más que antes), y una mecánica diésel 2.0 (el que probamos) de 150 CV, mejorada en eficiencia: el consumo combinado es de 5,6 l/100 km con caja manual de seis velocidades, y 6,1 l/100 km con el cambio automático de siete marchas, todo ello a pesar de no contar con el sistema de start/stop que sí monta el bloque de gasolina.
No es un motor muy prestacional, pero sí equilibrado y con buena respuesta en toda su gama de revoluciones. Asociado al cambio CVT de siete marchas prefijadas (de funcionamiento correcto dentro de su tipología) forma un conjunto agradable que el conductor puede gestionar también haciendo uso de las levas en modo manual y automático.
Seguridad preventiva con el EyeSight
Una de las novedades destacadas en la quinta generación del Outback es su nuevo y avanzado sistema de seguridad preventiva EyeSight. Viene de serie en todas las variantes automáticas e incluye las siguientes funciones: frenada de precolisión automática hasta 50 km/h (aunque un ingeniero de Subaru nos confesó que él había realizado pruebas satisfactorias hasta 68 km/h), control de crucero adaptativo, y alerta de cambio de carril.
A diferencia de los sistemas de otras marcas, el EyeSight de Subaru emplea una doble cámara cuyo software analiza la imagen resultante, y detecta y diferencia la presencia de obstáculos (coches, peatones, bicicletas…) para prevenir accidentes. No es un sistema muy intrusivo, como pudimos comprobar, pues el uso de la advertencia mediante pitidos está bien calibrado y sólo suena cuando realmente tiene que hacerlo.
Las primeras unidades del nuevo Subaru Outback, disponible en tres acabados distintos y dos motores, comenzarán a llegar a los concesionarios a partir de febrero. El precio de salida es de 31.900 euros para las versiones gasolina, y de 29.900 para las diésel, en ambos casos incluyendo un descuento promocional de 3.000 euros y un equipamiento de serie (Sport) completo en el que destacan los asientos calefactables, las llantas de 17 pulgadas (única medida ofertada), la cámara de visión trasera, siete airbags, el control de crucero o el asiento eléctrico para el conductor.
Todas las versiones ofrecerán de manera opcional el Outdoor Pack (925 euros), compuesto por la rueda de repuesto en medida original, y embellecedores de carrocería plateados. Las variantes superiores incluirán elementos como el sistema multimedia de 7 pulgadas, portón trasero eléctrico y techo solar (Executive), así como la tapicería de cuero o asientos eléctricos para las dos plazas delanteras (Executive Plus).
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